El estudio quiere evitar a toda costa que la película se califique con una R, es decir que los menores de 17 años tengan que ir al cine acompañados de sus padres o de un adulto responsable. “Vamos a aspirar a una clasificación PG-13″, confirma una fuente que enfatiza que esto será clave. Esta clasificación indica que la admisión se concede a personas de todas las edades, pero se sugiere la presencia de los padres para los menores de 13 años.
En este camino trabaja Bill Condon que prefiere tener exceso de material a que le falte. En cuanto al sexo y la desnudez, él lo montará cuando entienda que encaja en la historia. El director se caracteriza por sugerir en sus películas sin tener que mostrar demasiado. Ésta es una razón muy importante por la que Summit ha decidido entregarle la resposabilidad de finalizar la exitosa saga.
En cuanto a Robert y Kristen, ellos están con Bill y parece que las visiones de las tres sobre cómo deben ser estas secuencias encajan muy bien. El estudio debe ser muy cuidadoso con la inclusión de sexo o de lenguaje de contenido sexual, ya que sabe que su target de edad no debería superar los 17 en cuanto a las calificaciones que pueden arruinar la recaudación de una película en Estados Unidos.
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